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Me han puesto gafas..... 
Si, ya se que no es un drama, pero me ha producido la misma reacción que cuando me percaté que tenía una hija capaz de multiplicar. 
Y claro, una llega a la óptica y comenta: 
-Quisiera que me revisasen la vista. Últimamente cuando leo las líneas deciden convertirse en montañas rusas o clonarse como gemelos. 
- Bien, ¿Qué edad tiene? 
Y ahí comienza el mosqueo y los problemas. Mosqueo porque inmediatamente una piensa "eme, primero fueron las canas, luego las tetas y la maldita ley de la gravedad,después toda la serie de carreteras comarcales marcadas en el rostro (al menos no son aún autopistas) y ahora esto...". Problemas porque casi nunca se los años que tengo con exactitud. 
- ¿Tiene que ser la edad exacta? Es decir, ¿Importa mucho si hay uno o dos años de error arriba o abajo? 
- ¿No sabe ud su edad? dice con cara de asombro (a mi no me parece tan raro...) 
- A ver...saberla la se porque si recuerdo el año en que nací, pero tendría que calcularla.De todas formas se que debo rondar los 42 o 43. ¿Eso te vale? 
Y...después de revisarme, llega la frase temida: 
- Eme, tienes presbicia debido a (¡¡¡no lo digas, no lo digas!!!) el tiempo que pasas leyendo y frente al ordenador ( ¡Uff! no lo dijo), y por supuesto que los años no pasan en balde (¡Será capul...., lo dijo!) 

El siguiente paso es escoger el modelo, y como suelo actuar siempre en la vida, ya que tengo que ponerme gafas...que se vean, y me decido por una grandes llenas de colores. 
- Eme, yo te aconsejaría unas pequeñitas, por comodidad. Vas a tener que estar quitándolas y poniéndolas continuamente y al final la gente decide posarlas en la punta de la nariz cuando es necesario (¿Yo con unas gafas en la punta de la nariz, que no es pequeña, como Mr.Scruch? ) 

En fin, que aquí estoy con mis gafas de colores (en eso no he cedido)y colocándolas en la punta más remota de mi apéndice nasal cuando entra algún cliente.