
Recuerdo una pareja que tuve en mi otra vida que, siendo incapaz de pedir perdón, encontró una fórmula para hacerlo. Se acercaba a ti cabizbajo y condescendiente y te decía:" Venga…no pasa nada…te perdono"
Generalizando, si partimos de la base que las disculpas son sinceras, toda persona que las solicita debería ser perdonada (quien no la haya "cagado" alguna vez, que tire la primera piedra).
Matizando, yo diría que existen tres grados de "faltas": Las inaceptables, las de un solo uso y las que nunca se desgastan. Las inaceptables son aquellas que se han hecho conscientemente y están relacionadas con la traición, la falta de respeto o la infidelidad (y no hablo solo en el terreno sentimental). Las de un solo uso, aquellas que siendo graves, han sido realizadas inconscientemente y por lo tanto, una vez puestas en conocimiento, es inaceptable que se repitan. Las que nunca se desgastan son aquellas leves que se realizan por carácter, costumbres, falta de atención…
Pedir perdón no es fácil, perdonar sin que queden residuos es más complicado aún.
1 comentario:
A medida que pasan los años y las cosas, acabas dándote cuenta que no cuesta tanto pedir disculpas cuando se ha metido la pata y que después te encuentras tan a gustito, lo mismo que el supuesto ofendido.
Una disculpa a tiempo, sencilla y sincera, desarma al corazón más atrincherado.
Un besote para ti y para mi amiga perruna de mi parte y de J. Os recuerdo.
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