Ayer me ha tocado hacer una visita a una vivienda de la zona más “chunga” de la ciudad.
La última vez que estuve por allí fue hace unos siete años, y me encontré cuatro ladrillos magníficos dónde deberían estar las ruedas de mi coche (en esta ocasión fui andando, malo sería que me sustituyesen las botas por dos ladrillos…y una va aprendiendo).
La vivienda, un bajo de 55.000€ sin cédula de habitabilidad (de todo tiene que haber…).
“Si no puedes abrir bien la puerta, da una patada”, me sugirió la propietaria a la entrega delas llaves.
Estaba esperando a mis clientes en una esquina (si, hay mas de una profesión dónde se esperan los clientes en las esquinas), mientras observaba el trapicheo del barrio y agarraba bien mi bolso.
En esto aparecen. Una parejita joven con muy buena pinta. “¿Sois de aquí?” Es lo primero que pregunté. Obviamente me contestaron que no. “No se bien si os encajará el barrio”, les comentaba mientras nos acercábamos a la vivienda. Tras un par de patadones en la puerta conseguimos entrar. Bueno… entrar lo que se dice entrar tardamos un poco más. Yo pensando que si salía alguna rata me iba a dar un espasmo y la chica asomando la cabeza con la mano en la boca mientras miraba a su pareja con los ojos desorbitados.
De pronto, comienzan los gritos en la puerta de al lado: “¡Que me des la pasta vieja. Mira que te voy a dar una ostia. Dame la pasta que te mato!”. En medio segundo ya había dos vecinas en el portal. “Ya está el hijo de la Sole otra vez. La va a matar a disgustos”. En esto, sale la Sole con las manos en la cabeza y se abraza a una de las vecinas.
Y ahí me encuentro yo. Frente a la puerta abierta escuchando los alaridos y mis clientes refugiados tras de mi (deben de verme muy grande porque siempre se esconden todos detrás).
¿Os habéis imaginado alguna vez lo que debe sentir un torero frente a la puerta de los toriles esperando a que salga el animalito? ¿O lo que podía pensar los gladiadores del circo romano a la espera de las fieras? Pues yo no me paré a comprobarlo.
Al llegar a la oficina y comentar lo sucedido, decidimos retirar el cuchitril de la venta. Lo más curioso es que hoy me ha llamado la parejita para volver a verlo y pasar una oferta.
¿Hay algún guardaespaldas que me acompañe?
ANEXO: http://www.20minutos.es/noticia/676902/0/
1 comentario:
Cobardicaaaaaaaaaaa !!!! jajajajajajajaja
Esa parejita me tiene una pinta rara. Y fíjate que no les he visto aún... (Cada vez me asombran más estas mis sobrevenidas capacidades paranormales).
Besucos.
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