Me siento como un souvenir. Objeto autóctono imposible de vender, y menos fuera de esta frontera.
No acabaré en la repisa de ninguna chimenea de Budapest.
No, nada, me llenaré de polvo y olvido en una estantería de asfalto,
al lado de las banderillas y las postales ajadas por el sol.
Se me está quedando cara de coral fosilizado,
Y no logro quitarme este olor a plasticurri.
3 comentarios:
No soporto el olor a plasticurri :(
Es horroroso ese olor. Pero cada recuerdo que me traje de diversos rincones del mundo, cada vez que lo miro me trae al recuerdo los momentos que vivi mientras lo compraba. Y eso lo hace importante para mí. Los souvenirs tienen ese valor.
Besines, lastana
Tampoco me gusta el olor. El término sí: mola mucho eso de "plasticurri". Por más que debe pertenecer a una lengua inútil. Fiúuuuuuu....
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