Hoy, mientras hacía una cola interminable con el fin de apuntarme a una bolsa de empleo de la administración pública, me llamó un amigo:- “¿Cómo lo llevas Eme?”
- “Esto es muy divertido” Contesté.
Se echó a reír asegurándome que de las 200 personas que estábamos en esa larga fila, la única capaz de contestar así era yo.
Puede que sea cierto. No hay nada que me resulte más fascinante que nosotros, los llamados seres humanos… y una cola de 2 horitas da para mucho.
El caso es que delante de mí estaban apostadas una madre y una hija, que en un momento dado, comenzaron una charla conmigo.
Eran de un pueblo cercano y ambas iban a probar suerte bolígrafo en mano. Como las vi un poco perdidas, las pregunté si ya tenían la documentación necesaria para entregar.
-“Si, venimos preparadas. Traemos el DNI y el título de graduado escolar”. Y en esto, de una bolsa de plástico, sacan un cuadro enmarcado tamaño búfalo con el título como motivo pictórico.
Supongo que mi cara habló por mi misma, ya que rápidamente surgió una explicación de sus labios:-“Es que es un marco muy bonito, y nos daba pena estropearlo para sacar el título…que muchos esfuerzos costó”.
-“Ya lo entiendo” contesté,- “Pero les van a pedir una copia compulsada o al menos una fotocopia del original si lo traen”
-“¿Cómo vamos a hacer una fotocopia de esto tan grande? Además, para hacerla, habría que sacarla del marco y de eso nada”
Me pasé el resto del tiempo imaginando la cara del pobre funcionario cuando, al solicitar la documentación, le sacasen tal obra de arte (porque todo hay que decirlo, el marco era feo de cojones).
Y llegó el momento temido y esperado. Y vi a lo lejos como depositaban el marco con su título sobre la mesa tapándola por completo. Y vi como el hombre que las atendía se echaba hacia atrás poniendo los ojos en blanco echándose las manos a la cabeza mientras yo me dirigía a otra mesa.
¿Lo habrán conseguido?
No hay comentarios:
Publicar un comentario