
“Súper… ya vivo ahí desde hace 3 meses.
Tengo ya 4 perros, 3 recogidos y uno fino.Se llaman perro 1, perro 2, perro 3 y perro 4.
Diario llevo una planta nueva o le pinto un pedacito mas. Aun no es un oasis pero lo será.
Sabes … mi vecino, el que me vendió, siembra alfalfa al lado.
Así que, de mi barda que tiene 70 metros por ese lado, abrí puertas y ventanas.
Cuando se me pone las abro y tengo un inmenso jardín verde para volar cometas en febrero o sentarme a ver el atardecer.
Estoy disfrutando muchisisimo mi casa.
Suena a que estoy tranquilo.Suena a que soy un viejo en proceso de envejecer mas tranquilo.
Suena a que aun ahora amanezco como adolescente con aquello bien parado.
Suena a muchas velas.
Estoy diseñando una araña de velas como de 1.20 de diámetro de herrería y como con 34 velas gordas.
En fin… tengo miles de proyectos y programas en proceso.
Parte de la fachada que da a la carretera la estoy pintando con una copia de pintura de iglesia antigua,y en otra parte estoy pintando calaveras de Tamayo(son calacas vestidas. Se ven increíbles. Son muy de México)
Y estoy haciendo monigotes de cartón inmensos y alebrijes.
En fin… si… mi casa suena a vida"
1 comentario:
Que bonita manera deir envejeciendo. Todos debieramos cambiarnos de casa de vez en cuando. Es como volver a empezar una nueva vida.
Muy bonito el relato.
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