
Me quede sentada, esperando señales.
Pero también quería descansar.
Y por alguna razón
decidiste pasar por esta calle otra vez.
Y creíste que estaba esperándote (o pensándote).
Y como no había terminado el siglo que te regalé
decidí acompañarte nuevamente.
1 comentario:
bonito reencuentro, yo he regalado medio siglo.
un beso
paco
http://blog.iespana.es/calido-susurro
Publicar un comentario