
Tengo la verja bajada y la puerta abierta. Parece que ha llegado el verano aunque no huela a el todavía.
Tres chicas conversando en la calle. A una de ellas a conozco de vista(es la dependienta de la tienda de al lado).
Es increíble el grado de maldad que podemos tener tres mujeres linchando a otra, que por supuesto, está ausente.
-“No se ni como soporta mirarse a la cara en el espejo por las mañanas, yo con ese careto de amargada no saldría de casa”
-“Lo que la pasa es que hace mucho que no la deben echar un buen polvo”
-“¿Mucho? A esa no se le han echado en su vida, jajajaja”
En esto llega una cuarta persona (deduzco que es la susodicha amargada a falta de un buen revolcón)
-“Ya estoy aquí. Perdonad el retraso”
-“No te preocupes mujer. ¡Qué vestido tan bonito! Te sienta genial....”
Señores y señoras, así es la vida.
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