Para mayor facilidad

14 enero 2013

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-Algo no me cuadra, dijo él. Y ella le puso esa mirada que el aún no sabía interpretar.
Se levantó y rodeó la habitación fumándose un cigarro, intentando continuar con la escena que se había inventado en la cabeza y esperando que fluyera con naturalidad, sin percatarse de que nunca recibiría las respuestas que le encaminaban a decir lo que pretendía.

 -¿Esperas que te diga algo en concreto, verdad? , preguntó ella, - Porque no tengo idea de lo que no encaja.
-¿Qué opinas del tiempo? dijo él.

-¿Por qué si quieres decir algo del tiempo no lo dices y punto? , increpó ella.
El la miró alzando las cejas y plisando sus frente.

-Si quiero saber tu opinión, aclaró sonriendo.
-No es algo en lo que piense, contestó ella siguiéndole con los ojos.

 -Eso es lo que no cuadra, dijo él sobresaltándose.- ¿me dirías que es igual tu situación actual que cualquier otra que hayas tenido?
-¿Por qué no escuchas en lugar de oír? dijo ella riendo.- No creo que mi situación actual, y la de hace diez años, o la de dentro de quince días sea igual. Digo que no pienso en ello.
-¿Por qué? , preguntó él, sentándose a su lado.

 -¿Te gustan las gominolas? -preguntó ella.
-¿Qué pregunta es esa?, ¿estás cambiando el tema de forma deliberada?
-No, tonto, ¿te gustan? repitió ella.
-Supongamos que si, dijo él.

 -A mí me gustan las de mora, dijo ella.- Para mí, la vida es como una bolsa de golosinas con pocas de sabor a mora. Y, ¿sabes qué ocurre?, que si no hay de mora, pues me da igual. Prefiero unos sabores a otros, pero no al grado de buscarlos. Y lo que siento sobre la posibilidad de que un día me salga una, es una cierta indiferencia. Su sabor no va a durar eternamente. Las cosas, si tienen algún valor es mientras transcurren, ¿no? La trascendencia de lo que en su día me hizo feliz o no, fue en ese momento. O si un día tú me haces daño, importará entonces, no ahora.
-Yo no te haré daño, dijo él ofendido.

-Todos lo hacemos consciente o inconscientemente, cuando hay sentimientos, contestó ella torciendo la boca.-Tú lo tienes, supongo que yo también, y es lindo ser la golosina de mora de alguien, pero quien sabe lo que durará su sabor.
-¿Pero ahora no importa, no? preguntó él, recostando la cabeza sobre su hombro.
-No , dijo ella, - y a eso es a lo que quería llegar.

1 comentario:

Unknown dijo...

A mi me gustan de fresa y aún habiendo un montón.... no suelo encontrarlas