
sentarme al lado del tío bueno, sabedor de que lo es, o junto al insulso con pinta de oficinista de despacho sin ventilación.
Como cabe esperar, me senté pegadita al insulso y en frente de una de esas mujeres que superan los taitantos y poseen alma de divas y muchas vueltas a sus espaldas.
Tiene pinta de querer tirarse al insulso.
Pero este es un memo y ni se entera.
Con la de puestos que podría ascender…
1 comentario:
Puede que fuera un hombre de confianza ... que había dejado a su santa, por un día, en casa. jajaja.
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