Llega el señor R a la oficina. El señor R es ya un hombre jubilado. Busca piso. Lleva buscando piso hace tres años, así que es como de la familia. Incluso alguna tarde que otra ha llegado a echarse una cabezadita mientras le mostrábamos viviendas. En un momento dado de la conversación, algo extraño sale de su boca y se cuela en mi teclado, entre el * y el -. (¡Vaya! ¿Y esto que es? ), pienso mientras con cierta reticencia intento introducir un papel entre las teclas para observar el fenómeno.
En esto, El señor R se pone las gafas y comienza a enredar en mi escritorio, levantando papeles, moviendo tarjeteros….
-¿Le ocurre algo señor R? le pregunto.
-Acabo de perder un diente. Contesta.
Entonces, con más energía que la utilizada hasta el momento, repito la operación del papelito entre las teclas, saltando el diente frente a mí.
-Creo que aquí está lo que busca señor R.
-Gracias Eme, voy corriendo a ver si me lo ponen. Ya hablamos en otro momento.
-Cuando guste señor R.
12,00 am.
Estoy esperando fuera de un portal a un cliente. Un hombre de unos 70 años va caminando por la acera y al llegar a mi altura, rápidamente se coloca detrás de mí, me agarra por los hombros y se agacha. Giro la cabeza asombrada y me dice: "¡No me mires! Disimula…". Vuelvo la vista al frente y le interrogo: "¿Me puede decir que está haciendo?". El hombre contesta: "Es que mi hermana viene de frente y quiero darla un susto. Es esa rubia de por ahí".
Miro hacia la derecha y a unos cuantos metros veo a una señora rubia. Así que, estoicamente, permanezco impasible mientras se acerca, escondiendo al señor asustador en mis espaldas.
-¡BUUUUUUUUU!, sale tras de mi gritándola.
- ¡Mira que eres tonto y payaso! Responde la hermana a gritos.
Tengo la sensación que esta mañana la única payasa he sido yo.
2 comentarios:
Cuando encaje la mandíbula, vuelvo!!
lo que no te pase a ti...
El día que nos cuentes que se ha pasado por ahí Spiderman a mirar unos pisitos, me lo creeré como si tal cosa.
;))
Besucos
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