Mi ideología a partir de hoy será una simple cuestión de principios que se fundamentará en la idea de mandar a la mierda a quien me esté incordiando (palabra que engloba toda una serie de actos estúpidos destinados a alterar mi equilibrio natural – o antinatural-), comenzando por el repartidor de alfombras a domicilio.Este, a su vez, estará mandando a la mierda a otra persona, y así sucesivamente, hasta llegar a ese acuerdo llamado civismo.
2 comentarios:
Puedo hacer un comentario? Es que te veo como cabreada y no sé yo si el chisme este tiene autorización para incordiarte, aunque sea de mi parte.
No hay repartidores de alfombras, Eme. Las venden. En serio.
Podía haber repartidores de paciencia, de gambas al ajillo, de catarsises carnales, que diría la Toto,de fraternidad universal. Pero no. Lo más que se reparte son las cartas. Y no siempre llegan. Y las facturas. Esas, oh milagro, llegan siempre.
Joder, Eme... eso es la guerra, coñe!!
Pero tú pregunta, que lo mismo me apunto. ;))
Boa noite. Besucos.
Puese que sea por ese mandarnos a la mierda los unos a los otros que este mundo nuestros huele tan mal ....
Vámonos a pasear por la vía vieja del tren que lleva desde tu cielo secreto al mío, comiendonos un helado de cucurucho y haciendo risas de todo eso de lo que hablas.
Un besote.
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