Aquel pequeño electricista diplomado con matrícula de honor,se equivocó al colocar las luces en el pisito de protección oficial recientemente sorteado, dándole un aspecto lúgubre al lugar. Cuando esa noche arribó el pequeño minero, dueño del inmueble,creyó no haber salido aún de su lugar de trabajo. Así que, comenzó a picar con cierto desaire la cocina recién estrenada.
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