Para mayor facilidad

15 octubre 2009

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El caso es, que no me considero fetichista, pero últimamente aparecen elementos curiosos en mi vida, sin que yo haya pretendido obtenerlos, ni mucho menos conservarlos.
Como consecuencia de estos hechos, tengo un vecino enganchado a las operas wagnerianas cargadas de decibelios, una amiga con espíritu de veleta, una madre que en cuanto deja de tomar la pastilla aparece en los lugares más insospechados y a Tomas O'maley, un felino psicoanalista que ha hecho de acompañante en mis noches de insomnio cientos de veces.
Mi nueva adquisición: Un caballero(o al menos así se considera) al que cada vez que tengo la fortuna de cruzármelo por la calle, me apetecería ponerle una zancadilla y ver su perfecta dentadura esparcida por la acera, mientras sonrío como el gato de Cheshire.

2 comentarios:

Doc dijo...

Un Ricardo Costa norteño, quiezas? Regálale un peluco! ;-)

Xocas dijo...

Malévola la encuentro, oiga. Pero divertida... jejejeje...

(sonrisa de gato de Cheshire)

;))