
Hace unos cuantos años descubrí, no sin cierto asombro y un largo peregrinaje por diversos traumatólogos, que era poseedora de un hueso de más en mi querido y estimado pié derecho.”Tranquila, no eres la única. Se da en un porcentaje muy bajo pero se da” me consoló el traumatólogo.
Esta mañana he tenido otra revelación. Poseo una línea de nervios de más en la mandíbula inferior izquierda, motivo por el cual, tras recibir anestesia para un elefante y medio, me seguía doliendo la muela. ”Tranquila, no eres la única. Se da en un porcentaje muy bajo pero se da” me consoló el dentista.
Obviamente no le pude contestar, ni decirle que por lo visto soy una especie de vehículo con todos los extras, ya que con tanta anestesia la lengua estaba paralizada.
Miedo me da pensar cuántas cosas más tendré que me sobran o por duplicado….
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