Para mayor facilidad

09 febrero 2009

Sonia

Sonia mira la vida pasar sentada en el filo de la acera.
Las convulsiones la matan, y el dolor de cabeza la agobia las entrañas.
Se pregunta donde estarás, y le brillan los ojos al hacerlo.
Sonia se convierte en una niña temblorosa cada vez que piensa en ti.
De pronto, como si sus pensamientos te hubiesen conjurado, pasas junto a ella.
Sonia se muere en ese instante y se pregunta porque ella no puede tocarte, hablarte o provocarte nada bueno, ni malo.
Sonia quisiera ser visible.
Aunque la odiases, aunque la odiases, aunque la odiases...

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