Para mayor facilidad

12 diciembre 2008

-205-

Respiro despacio aunque no se si debería hacerlo.
Poco a poco me voy despertando de ti.
Tus palabras me han dejado, sin duda, marcas sobre la cara.
Tengo las venas de las manos dibujadas con la precisión de un cirujano.
Casi siento la sangre palpitar dentro hacia los nudillos.
La juntura de otros dos susurros marcada entre rojos en la mejilla izquierda.
Una tensión explícita en la nuca.
Quizá no debería abrir los ojos, porque una vez que paró tu música, casi quedó decidido que no volvería a poner las manos sobre las teclas.
Una súbita cristalización me las dejó muertas, secas como rama de olivo viejo.
Pero aquello que me despierta ahora, es una voz limpia, suave, con aroma de aceite iluminado, balsámico.
Tono de violín hecho con avellanas, olor de madera de castaño.
Seda…

1 comentario:

Paloma dijo...

Suena bien ese despertar, ababoll_icao. Adelante...