
Aquellos dos personajes se buscaban con la mirada aun estando en ciudades diferentes.
Habían trazado juntos una cartografía imposible a escala sentimental, compuesta por lugares que sólo existieron una vez, y esa vez, fue para ellos dos.
Sus coordenadas imaginarias daban la espalda a la lógica, pero aquello estaba allí.
Fuera del alcance de los días comunes.
Tan real como cualquier mapa, cualquier historia, cualquier lugar.
Tan irreal como aquello mismo.
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