
cuando yo viajaba por mi universo paralelo.
Le pregunté, por ser curiosa, si guardaba las noches que le había regalado.
Y me mostró una.
Yo le dije que no le olvide, simplemente quedó en el exilio de mi alma porque tenia que seguir volando.
El me dijo que fui muy...
Silenciándole le ofrecí volar junto a mí un ratito...
”Tengo que comprarme unas alas” contestó.
Y yo saqué de mi bolsa las que nunca le había regalado.
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