
Tampoco puedo -ni quiero- concebir que un individuo sobreviva su muerte física.
Dejad a las almas débiles, desde el miedo por un egoísmo absurdo, que acaricien tales pensamientos.
Estoy satisfecho con el misterio de la eternidad de la vida y de ojear a maravillosa estructura del mundo, junto con la esforzada dedicación a comprender una porción, aun pequeña, de la Razón que se manifiesta a sí misma en la naturaleza."
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