
Me he llevado una sorpresa.
Resulta que guardaba sin saberlo un montón de sobres vacíos.
Contenedores sin contenido.
Esterilidades.
No me había dado cuenta de que había nudos antiguos en mi garganta.
Páginas pasadas que quedaron dobladas por alguna esquina.
Pequeños fragmentos de tristezas empecinadas.
Después de tanto tiempo todavía persiste un ligero sabor en el paladar.
Después de tanto tiempo todavía persiste un ligero sabor en el paladar.
Un aliento como una nube cargada de lluvia.
Y es que no sé en qué momento ni por qué .
1 comentario:
Porque siempre queda algo oculto en los rincones recónditos, consciente o inconscientemente, porque no podemos ni queremos limpiarlo todo, porque no podemos ni queremos renunciar a todo lo que fuimos, a lo que somos, a lo que seremos. A este ser que arrancó del pasado y llegó en sobre sin certificar encerrado entre las páginas de un libro. Porque las marcas no son cicatrices, sino huellas que el tiempo va dejando en la piel.
Es muy chulo poder emocionarse con el pasado, sentir como llega su tristeza, sin darnos cuenta, y saborearla nuevamente. Entonces, sólo entonces, sabemos que vivimos.
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