Para mayor facilidad

09 mayo 2008

Angela Becerra

Ya no tenían nada importante que decirse. Comentarían nimiedades.. Se preguntarían “Cómo te fue hoy por la consulta”, “Qué tal por el diario”… Se les había ido gastando el amor como la suela de sus zapatos favoritos. Hasta habían caído en la desgracia de hablar del tiempo, haciendo las predicciones del día mientras el beso mecánico les despedía. Habían pasado de coleccionar atardeceres nuevos a coleccionar días iguales, repetidos. Empezó esa separación que nadie nota por ir vestida de gala, cenas y amigos comunes. Risas estudiadas, viajes comentados, trajes de moda y conciertos próximos. Habían cambiado la alegría de saborearse a solas por la necesidad de masa acompañada, pero como vieron que las otras parejas eran iguales a ellos, pensaron que habían entrado en la natural decadencia de los años matrimoniales, tan rica en pasados, tan vacía en presentes. No se dieron cuenta cuando el corazón dejó de cabalgarles desbocado entre sus abrazos para ir a dormir taciturno entre las almohadas; ni notaron el quejido del tedio, ni el medio luto que les insinuaba su muerte. Dejaron de mirarse con el alma y comenzaron a verse con los ojos. Se empezaron a ver las pequeñas arrugas de los comportamientos indebidos; las carcajadas ordinarias, las toallas mojadas abandonadas en el suelo del baño, los desórdenes, los dentríficos mal aplastados y mal cerrados, las camisas arrugadas, los desayunos de diario abierto, el café frío… o muy caliente, el arroz desabrido, la tapa del váter rociada de pequeñas esferas de orina, y hasta la boca pastosa de los despertares, ya no a punta de beso sino a punta de despertador ronco y aburrido. Pero a ellos les pareció lo más normal del mundo; total, no iban a estar toda la vida subidos a lo más alto de la ola. La vida les había enseñado, por experiencia de otros, que todas las parejas estables terminan “estableciendo” su rutina, y eso significaba seguridad, solidez de mesa de cedro, inamovible en peso y forma. Estaban pues salvados de rupturas y fragilidades……

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