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Ya sé que voy dando una de cal y otra de arena, que tan pronto ando en plan Mary Poppins insufrible cantando por un campo de margaritas, como frunzo el ceño y me convierto en Cruella de Ville dispuesta a hacerme un abrigo con la piel del primero que se me cruce.

Y como no tengo que rendir cuentas ni pasar inspecciones podré tener los estados de ánimo que me dé la gana, para eso son míos, ellos y este blog.

Lo cierto es que generalmente lo que me ocurre en la vida también funciona así, o de una forma maravillosa o bien desastrosa.

Si...si, ya se que esixte toda una gama de grises, pero mi paleta de colores me fué entregada sin ellos... o quizá me los hurtaron.