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Miro el papelito de la cita de hoy para quitarme la escayola. Si, era a las 10, no me había confundido en la hora, pero…si en el día. Joer! La cita era para del día siete (normal en mi, yo y mis despistes). Bueno, habrá que ir al hospital y probar suerte. Bolso y a llamar a un taxi. Veo el monedero fuera de el (mal asunto…), ¡Justo! Mi hija acaba de desplumarme y no tengo ni un euro. Como para ir al banco arrastrando mi pata… Llamada de mi ex (que pesadito con el rollo de que yo le negocie el piso que quiere comprar),

-Buenos días m
-Mira, no estoy de humor para ti. Lo único que podría ponerme de buen humor ahora mismo es tener a tu hija cerca para retorcerla el pescuezo: bla, bla bla…
- Relájate, ahora mismo voy a buscarte y te acerco al banco y al hospital.
(Cuanta amabilidad, como se nota que quiere algo de mi)
Llego al hospital y explico mi confusión de día. Nada que hacer hasta el miércoles, pues la doctora que tengo asignada no trabaja hasta entonces, (mi enfado va en aumento progresivo)
-Me es indiferente otro doctor, contesto. Total, dudo que esa doctora lo notase.
-Lo siento, es imposible. Me responden.
-¿Me podría decir dónde me la puedo quitar hoy o como?
-Donde no lo se, el como….metase en la bañera con agua.
-Si, eso ya lo había pensado. Gracias por su estimable ayuda.
Según me alejo por el pasillo la oigo que dice a su compañera:” Mira esta que lista”. Vuelvo sobre mis pasos, me planto delante del mostrador: “Gracias a incompetentes como UD, la gente como yo espabila. Y ahora, si me disculpan, me está esperando una bañera"