Este fin de semana hemos tomado posesión de ella. "Si lo que buscáis es tranquilidad habéis acertado. El pueblo solo tiene cien habitantes y un bar" comentaba el propietario de la casita.
"Bueno, un bar para 100 habitantes no está mal. Me da que a este tipo le gusta darle al drinking", pensaba yo. Pero no, cuando decía que solo tenía un bar, se refería a que SOLO tenía un bar (ni farmacia, ni panadería, ni tienda de comestibles…).
En fin, un problema de nada. Todo era cuestión de preguntar a los oriundos del lugar como avituallarse y de paso enterarnos de alguna cosilla más. Así que nos dirigimos al bar, que está en la plaza del pueblo, mientras saludamos por el camino a media población, ya que debe de ser costumbre el sentarse todos a la puerta de su casa cuando llega la tarde.
-La furgoneta del pan pasa todos los días a por la mañana, nos cuenta la vecina.
Así que todos los días por la mañana, en cuanto oíamos tocar un claxon, corriendo a por el pan (aunque igual era el claxon de un vecino o de la bici de un niño…)
-La camioneta del pescado pasa los martes y los jueves, la de la carne los lunes y los miércoles, la del butano los jueves.
Menudo problemón, no vamos a estar ningún jueves y nos hemos quedado sin gas. Menos mal que hay solución para todo. En el pueblo de al lado venden gas en el bar "el campesino". Llego allí y el bar está cerrado por vacaciones. "Si, es que se ha ido a pasar unos días a no se que playa, pero el panadero ha quedado encargado de ello" me informa un viejecillo muy amable sentado en el banco de rigor.
-El autobús todos los días a las 9.30am y las 4.30 pm. Para en la plaza del pueblo si hay alguien, sino no.
"A mi como ya me conoce me para en mi casa, pero claro, a vosotros supongo que no. aunque siempre podéis ir haciendo dedo, que lo hemos hecho toda la vida.", nos comenta una mujer, mientas nos informa que ella vive en el barrio de arriba y no está muy enterada de las cosas (el barrio de arriba está al otro lado del puente).
En fin….que regresamos a nuestra casita intentando memorizar todos los días y horarios necesarios para poder subsistir. A las dos horas suena el timbre, es otra vecina.
"Ya me he enterado que tu –lo que sea- es cazador, mi marido también lo es así que pueden charlar un rato sobre ello. Y ya me he enterado que estáis preguntando por sitios donde comprar. Yo tengo una huerta y si queréis os puedo vender todo tipo de productos: lechugas, calabacines, patatas, tomates….".
¡¡TOMATES!! Que poco sabe la buena mujer que por un tomate de huerta soy capaz de dar la vida. Y que me importa poco que solo haya un bar, que tenga que vivir pendiente de los pitidos de las camionetas para poder comer y que hagan apuestas a ver quien se entera primero de que es mío mi- lo que sea-…..¡¡Tengo tomates ricos, ricos!!
2 comentarios:
¡que ajetreo! y ¿queríais huir del estres? tenéis que hacer un planning semanal tremendo... je je
pero eso sí, hay tomates ricos, ricos, como diría Arguiñano.
bicos,
De todas formas, es agradable. Mi refugio tamién está en una aldea, por la que pasa el pescadero los martes, jueves y viernes, el frutero los miércoles, el gas cuando es requerido para y deja en encargo (mi madre no usa gas...) y la panadera pasa a diario.
Tiene su encanto, pues también en la huerta tengo tomates y pimientos, lechugas, patatas y cebollas...
No te desanimes, pues pasados los primeros días de acondicionamiento, merece la pena!
Tu blog un ancanto.
Saludos.
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