
Ni tan siquiera es necesario un adiós en ciertas ocasiones, al menos no para Sonia.
Pero de un tiempo a esta parte se ha convertido en un ser muy obediente
(es por tu bien…la dicen),
Así que se dispone a realizar su último esfuerzo, por lo visto necesario (según los expertos).
Sentada en esa terraza, con sus grandes gafas oscura,
porque aunque el cielo está cubierto de nubes, no es del sol de lo que la protegen, le mira.
Le mira y las palabras fluyen sin esfuerzo alguno…
Quién nos lo iba a decir, ¿eh?
Quién nos iba a decir no hace tanto que las cosas iban a girar de esta forma sobre sí mismas.
Si alguien hubiera insinuado que en un futuro estaríamos tan alejados,
nos hubiésemos reído de esa idea absurda. ¿Separarnos?
¿Nosotros? si yo no podía respirar otra cosa distinta al perfume de tu piel,
si tú no concebías otro sabor más que el de mis besos.¡Imposible!
Y ya ves, míranos ahora. Cada uno por un camino, separados por abismos,
y evitando cualquier tipo de recuerdo.
Hay que ver... ¡cómo cambian las cosas!, ¡cómo cambia la gente! ¡Cómo cambia la vida!
Yo he cambiado, supongo que como tú,
como esa flor que me regalaste que ahora está seca y marchita.
Pero no he cambiado en cosas como los hábitos alimenticios,
o dejar de fumar (de hecho, sigo fumando compulsivamente).
He cambiado sólo en lo que realmente es importante.
Ya no te busco, ya no te lloro, ya he aprendido a respirar solita
y percibir olores que no son el tuyo. Por que eso si que es importante, ¿no crees?
Cada uno por su lado, esforzándonos por recomponer una vida a la que le faltan cachos,
con más o menos éxito. Cierto que hay veces que echo la vista atrás.
Así que, de vez en cuando, recuerdo el perfume de tu piel...
Todos queremos ser recordados, así que, de vez en cuando,
pienso que ojalá tu no hayas olvidado el sabor de mis besos.
1 comentario:
Recuerdo es lo que queda cuando la piel ya no es posible.
Esto ha debido escibirlo alguien antes. Parece un "sprint"... jeje...
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