Para mayor facilidad

21 junio 2009

-324-

Y es que hay gente de lo más curiosa por el mundo.
Como el que pasea contigo cogido de la mano por un parque al anochecer y de pronto te pregunta: “¿Ha ocurrido algo importante en este parque hace poco?” Y tu, con cara extrañada contestas: “Si, el día de las fuerzas armadas ¿Por?” Y como si fuese lo más natural del mundo te responde: “Por que las alcantarillas están precintadas”. Vamos, que de todos es sabido cuando una alcantarilla está precintada y por supuesto es lo primero en lo que nos fijamos paseando por un parque al anochecer…
Hoy, en la sobremesa de una cena y después de unas cuantas botellas de cava descorchadas, se emprendió una charla (en plan jocoso y escenificada) sobre las picaduras de las serpientes venenosas y el mito de de hacer un corte en dicha picadura chupando la sangre para absorber el veneno. A mi derecha tenía sentado a un irlandés poco hablador(o era poco hablador o no entendía el castellano atropellado de unos cuantos amigos hablando al unísono de chorradas con cierto grado de alcohol en las venas).
En un momento dado de la charla, se vuelve hacia mi y me dice: “Un tampón”. Dado que su acento no denota que su castellano sea muy fluido, y haciendo un alarde de mi comprensión ante sus dificultad de comunicación, pues no ha podido decir lo que yo he entendido, le respondo: “¿What?”, y el hombre me repite más cerca del oído: “Un tampax”. Automáticamente miro hacia el suelo, no vaya a ser que llevase alguno en el bolso y se me haya caído…pero no.
“¿Un tampax?” repito extrañada. Y me contesta: “Si, es algodón comprimido (como si yo no supiese que es un tampax… ¡ja!). Se hace un corte en la mordedura de la serpiente y se coloca un tampax fuertemente, este absorberá la sangre y con ella el veneno. Claro está que solo funciona con serpientes cuyo veneno no sea fulminante como el de la taipan australiana, que causa la muerte en cuestión de minutos. Si le pica a alguien lo único que puedes hacer es darle una cerveza y brindar para despedirte. Pero tú tranquila. Aquí en España solo os tenéis que preocupar de la víbora y tarda hora y media en matarte”.
“Ah!”, contesto. “Esta bien saber que siempre me quedará tiempo para ir a comprar tampax a alguna farmacia de guardia, siempre y cuando no esté en Australia en ese momento, así, por casualidad”. ( contestación que le debió causar cierta gracia, pues no hacía más que sonreírse mientras me daba golpecitos en el brazo…)

No hay comentarios: