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Creo que estoy fuera de la realidad algunas veces, al menos fuera de la realidad de de miles de gentes.
Y me agrada saberlo. Y me agrada sentirlo...
A mi el pragmatismo se me acabó hace tiempo.
Fui sintiendo como salía de mí, como una sangría. Eso y mas cosas...
La vida se ha enfrentado a mí en más de una ocasión. Increíble, más de una. Me ha confrontado conmigo misma, me he hecho pedazos por dentro y por fuera. Cada vez que me ocurrió, tuve la grandísima oportunidad de recomponer todos los cachos y pedazos que quedaron de mi yo. Recoger con lo que quería vivir y dejar tirado lo que ya no era mío o no me acomodaba. Alguna que otra vez…. Alguna que otra vez me he podido rehacer a mi mejor entender. Un gran regalo y reto de la vida.
El resultado hasta ahora soy yo. Para algunos ojos una persona un tanto rara y para otros…muchas otras cosas.
Pero al final, solo nos tenemos a nosotros mismos. Todo lo demás es circunstancial.
Me siento cada vez mas ligera de equipaje, de debos y tengos. Solo cargo con dos enseres: una bolsa, con recuerdos convertidos en piedras de colores, recogidos en momentos cruciales. Cuando meto la mano a mi bolsita froto alguna piedra y me vivo... Y un saco grande que llevo a la espalda, llenito de sueños que he recogido en el andar de mi vida. He coleccionado los sueños
que no fueron, los sueños que se quedaron en ansias, los sueños que jamás se criaron ..... Sueños de miles de gentes conocidas y desconocidas, tirados en aras del debo y del ser.
Sueños increíbles abortados por... ¡que se yo! De eso he llenado mi saco...
Y muchas veces me veo más vieja, desaliñada y con dos zapatos del pie derecho. Recorriendo los caminos, juntando más sueños... y al llegar a un banco cualquiera, bajar mi costal, sobarme las
rodillas y sacar uno de ellos para verlo , saborearlo e imaginar lo que hubiera sido.
Después, con el sol al poniente y muchos kilómetros por andar retomo mi saco, me lo hecho al hombro y me voy tarareando alguna cancioncilla picara…