Para mayor facilidad

25 abril 2009

Sonia

Amanece y Sonia garabatea una carta freneticamente.
Por fin, después de tanto tiempo y tras una noche de insomnio,
ha encontrado el motivo de su enfermedad.
Y es que, en un momento que no logra recordar, perdió su alma.

No sabe por qué la perdió, pues estaba bien amarrada,
sólo sabe que ahora, el su lugar, sueno a hueco.

Haciendo memoria, presupone que se la fue entregando poco a poco,
en cada beso, en cada mirada, en cada silencio...

No sabe…, y por eso le escribe, para que la busque y se la devuelva.
Que la busque dentro de el, a ver si nota que le sobra algo.
Que la busque en sus manos, que aunque esté hecha pedazos colgando entre sus dedos,
ya se encargará ella de recomponerla.

Que la busque en el brillo de sus ojos al recordarla,
o en los cristales empañados después de ducharse por la mañana.

Que la busque… como si fuera suya, porque verdaderamente la necesita.
Que la busque en la salida fácil que tomó en su día,
quizás se quedó enganchada en alguna bisagra de la puerta al marcharse.

Que la busque en cada esquina de su vida, quizás,
cuando anduvo perdida por sus calles se la cayó en algún charco de agua turbia.

Que la busque entre su pelo, en la mueca de su sonrisa, en el eco de sus besos…
Que la busque porque quizás, algún día de los que estuvo por allí,
mientras trataba de encontrar un paraguas que la salvara, se perdió entre las gotas.

Y si no la encuentra donde le ha indicado, que la busque debajo de la cama, entre las pelusas,
y se la envíe con la máxima urgencia, a portes debidos, pues no soporta sentirse "desalmada".

2 comentarios:

secretpath dijo...

Querría decir algo hermoso...o sensato....o simplemente admirativo
......
pero Sonia ha hablado esta noche con palabras mías y me ha dejado hueca

Paloma dijo...

Estás especialmente poética... y me admira y me gusta, niña.

Besos, Eme.