
Pues ahí me encuentro, en ese sentido del sin sentido que supone analizar la vida, observando el paso de los días, tratando con dulzura a la niña que llevo dentro y con la máxima serenidad a la anciana que golpeará la puerta.
Es triste saber que, según vas avanzando, alguien se quedará atrás, atrapado en la encrucijada de un pasado no excesivamente bueno, quizá por cobardía, quizás por su propia voluntad o quizás la voluntad de corazones anclados a almas sin rumbo fijo.
Y pienso que tal vez no supe abrir " el espejo del alma " a quién lo mereció o mi escaso ojo clínico no lo supo apreciar, pero el diagnóstico de mi tozudez me dice que quizás ese espejo no hubiese estado en mejores manos. Tal vez alguien se miró en el sin gustarle lo que vio, o quizás el espejo no supo entender lo que reflejaba. Tal vez se abrió a quien no debiera y ahora toca limpiar el millar de cristalitos que origina el manejo de estos espejos sin conocer la técnica....
Hoy, mirando hacia atrás desde este presente siento Nostalgia, quizás sea la mejor de las peores sensaciones, quizás sea una quimera intentar plasmar tan indescriptible vocablo, pero nunca fui guerrera de victorias y siempre sentí predilección por las batallas perdidas...
Nostalgia de verdaderos amigos desvirtuados por esa ladrona que se camufla bajo el paso de las horas. Nostalgia de mi compañero de pupitre en la infancia. Nostalgia de aquél primer beso, que iba sin el afán de echar un mal polvo. Nostalgia de quien entenderá estas palabras sin poder leerlas...
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