Para mayor facilidad

15 abril 2009

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Decididamente, por más veces que lo intente, el bricolaje, en todas sus extensiones, no es lo mío.
Y mira que esta vez era algo facilito y lo había tomado yo con muchas ganas. Porque… ¿Qué dificultad puede tener el pintar unos taburetes de madera? ¡Ja! No os llevéis a engaño. Lo que aparentemente es sencillo, lo carga el diablo.
No solo hay que hacerse de una brocha, aguarrás y un rodillo, hay que lijar e imprimar (verbo del cual desconocía su existencia).
Una vez obtenido el Kit completo, una se sienta cómodamente y comienza el proceso. Hasta te permites sonreír pensando: “Esto es pan comido”. El problema llega cuando está toda la pieza pintada salvo el círculo por el cual la sujetan tus dos dedos (totalmente llenos de pintura a estas alturas). A eso yo lo llamo “encerrona”. Menos mal que siempre se puede solucionar tal aprieto con el uso del tendal….
Finalizada la primera mano y totalmente satisfecha contigo misma, te dispones a levantarte para que comience el proceso del secado y descubres que hay un objeto extraño adosado a tus posaderas. ¡Vaya! Nadie te había explicado que la tapa del bote de pintura hay que ponerla a buen recaudo. Y tras un leve tirón para despegarla…te vas con un tatuaje (un circulo perfecto) en una zona de difícil acceso. Eso si, a juego con el color de tu taburete….

4 comentarios:

Juan dijo...

Te imagino con un libro de instrucciones gigante, inmenso. Al final, cualquier noche fría, le prenderías fuego.

¿No hay fotos del tatuaje?

Rgp dijo...

Bueno niñaaaa ... se ve que lo del bricolaje no es cosa nuestra. Pero, si te animas a repetir otra vez, ya sabes .... unos guantes y mucho papel para las manchas y sobre todo ... mirar donde pones las posaderas.

Un besote.

Paloma dijo...

Odio la pintura... ufff

Xocas dijo...

Qué dura es la vida, niña... ;)))

¿No hay fotos del tatuaje? (fiuuuuuuuu....)