Para mayor facilidad

29 marzo 2009

Sonia

Sonia ya no logra recordar.
No recuerda el color exacto de sus ojos, ni si sus manos eran grandes y fuertes. Sólo sabe que ambas cosas la hacían sentir segura.
Ya no se acuerda de las estupideces con las que su sonrisa afloraba, ni de su forma de caminar, pero recuerda las risas en el coche rumbo a ninguna parte y a veces, si se empeña, siente que sigue caminando a su lado.
Sonia no recuerda sus motivos para llorar, ni las veces que se dijeron esas dos palabras gastadas sintiéndolas de verdad. Sólo sabe que sus lágrimas la desgarraban el alma, aunque fueran de cocodrilo, y que hace demasiado tiempo que nadie desgasta esas palabras con ella.
Ya no recuerda si era el quien la abrigaba, sólo sabe que en sus noches nunca pasó frío.
Ya no recuerda sus citas, pero la atormentan las prisas antiguas por encontrarle en el mismo lugar de siempre.
Ya no está…pero está.
Inútil negarlo.

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