Sonia encontró la causa de tan lenta recuperación.
El tenía un nombre demasiado común.
No le iba a decir que se lo cambiara. Ni podía. Por supuesto.
Pero eso de ver su nombre aquí y allí y pensar:
¿Será o no será? ¿Habrá escrito eso?... le irritaba.
No dejaba de ser un recordatorio de la clase de historias que el se montaba en la cabeza.
Las mismas historias que le tentaron a convertir la falta de contacto en algo definitivo.
El tenía un nombre demasiado común.
No le iba a decir que se lo cambiara. Ni podía. Por supuesto.
Pero eso de ver su nombre aquí y allí y pensar:
¿Será o no será? ¿Habrá escrito eso?... le irritaba.
No dejaba de ser un recordatorio de la clase de historias que el se montaba en la cabeza.
Las mismas historias que le tentaron a convertir la falta de contacto en algo definitivo.
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