Para mayor facilidad

14 enero 2009

-220-

Cuando hace ya una vida, mi marido se enamoró de otra mujer, solo mantuve una corta charla con ella. Recuerdo bien que la dije:
“No te creas más especial que yo niña…le conozco. Y tu caída será más dura. Lo siento mucho por ti, pero se que en un futuro, un día, recordarás estas palabras. No las olvides”.
Ese día ha llegado. Y lejos de sentirme triunfadora y complacida, se ha instalado en mí una profunda pena por ella. Porque se que ella estaba muy enamorada. Porque sé el poco tacto que el habrá tenido. Porque sé que el mismo día que ella era abandonada, otra mujer estaba instalándose en su casa.Porque al final, en el fondo, la estoy muy agradecida…

2 comentarios:

Juan dijo...

"El amor es un viento que igual viene que va, se muere y al momento vuelve a resucitar"

Eso decía una canción hace tres vidas.

Anónimo dijo...

No hay triunfo cuando no ha habido batalla, por eso no te sientes triunfadora. Tal vez lo único que haya en este momento es una cierta empatía, el creer que alguna vez te sentiste como ella ahora; pero eso también es falso. Tú eres única, especial. Tus sentimientos no son los suyos, su vida nada tiene que ver con la que tú has elegido vivir. No se lo agradezcas, tú le has ganado (y currado ;))