
pues parece ser que quieres tener un lugar en mi vida, pero estoy fracasando.
Si necesito que vengas corriendo,
resulta que el pantalón le dejé demasiado largo.
Le pisas. Y vienes a trompicones, tarde, mal y nunca.
Si necesito ser abrazada,
las mangas de tu chaqueta se arrugan en las muñecas, impidiendo que tus brazos lleguen a mi cuerpo.
Si necesito calor, las prendas se agujerean,
dejando el paso al viento y la lluvia.
Si necesito apoyarme, el pantalón se te cae de la cintura,
se te pierden los hombros, queda holgado el cinturón.
En resumen, el traje de amigo no te sienta bien.
Y mi vista ya está cansada para puntadas tan pequeñas.
1 comentario:
200 es un número redondo,es esta noche de aristas. Caminaremos juntos a nuestros desencuentros. Los sastres parece que han olvidado su oficio.
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