Para mayor facilidad

26 octubre 2008

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El imponente y seguro de si mismo señor moscardón estaba tomando unas copas con sus amigos cuando la señorita Luciérnaga, que estaba de muy buen ver pero no tenía muchas ganas de risa, le dijo que la vida era breve, tonta, y demasiado inexplicable como para andar perdiendo el tiempo bailando la salsa en aquel garito.
Al apagarse las luces del local, el imponente y seguro de si mismo señor moscardón creyó que nadie le vería frotar las antenas contra la señorita Luciérnaga cuyo resplandor aumentaba proporcionalmente al placer que le producían aquellas cosquillas.
Esixten señores moscardones ingenuos a más no poder.

1 comentario:

JotaEfe dijo...

Realmente Genial todo loque escribes ojalá en vez de deciarme tanto a los bits como profesión y aficción deberiía dedicarme a mis asignaturas pendientes de toda la vida, escribir y la música.

He escogido este comentario por que digamos que soy un "observador" de discoteca y me ha encantado esta descripción "ambiental". Observar a tantos Pulpos, tiburones y buitres y las reacciones de tanta princesita como quien mira los animalitos del acuario me produce una contradictoria sensación de asco y divertimento.

Un Saludo
Jesús - mininorebelede en netlog