Podrás contar toda una historia y creerla(o intentar hacerlo).
Podrás decir que no te quise lo suficiente, que no te miré tanto como debía hacerlo, que no te besé con la pasión adecuada.
Podrás contar que no te busqué entre mis sueños, o que no te sonreí lo bastante y de la manera adecuada cuando te sorprendía mirándome.
Podrás decir al mundo que destrocé tu vida desde los cimientos hasta el tejado, o que te ofrecí un mundo desgastado, ajado, sin vida.
Podrás contar que mi corazón no brincaba cada vez que se te ocurría acercarte, o que mi pulso se quedaba impasible con cada una de tus caricias.
Podrás decir que tu vida ha empezado a brillar después de mí, y que mientras estuve resultó opaca, o contar que me mostré fría y distante ante tus frases.
Podrás contar que me perdía en mis pensamientos cada vez que hablabas y que afortunadamente, todo tiene un fin.
Puedes decirlo...sabes que mientes.
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