-124-

Esto es lo que quiero de regalo:
ser considerada una insensata inmadura, a la que no se le puedan pedir cuentas.
La inmadurez es un privilegio que te aleja del camino supuestamente correcto

y te permite seguir jugando eternamente.
Si todo el mundo confía en tu falta de criterio puedes equivocarte de modo permanente

y nadie lo tendrá en cuenta.
Cuantas menos certezas acumules con los años más liviano andarás hacia ninguna parte;
nadie te pedirá consejo ni te hará responsable en ninguna medida.