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Y es que me ha mirado un tuerto…
Estaba yo disfrutando de mi cigarrito mañanero en la puerta de la oficina, cuando un hombre de 67 años (me dijo su edad), se para ante mí.
Muy moreno playero el y cara de no sufrir mucho estrés…
-Disculpe ud el atrevimiento. Mi nombre es Juan Carlos y soy medico, aunque ya no ejerzo. ¿Sabe la mala imagen de su persona que da con un cigarro en la boca, presa del vicio?
(¡Joe eme! Otro pirao… en cuanto entre a la ofi busco en google algún brujo de esos que me quite el maleficio).
Yo, mirándole fijamente, en silencio, mientras pensaba si eso de la magia blanca funcionaría, los comerciales esperando a ver si saltaba o no, y el hombre dale y dale…
-Yo fumaba 3 paquetes diarios, todo es fuerza de voluntad. Le voy a decir lo que el tabaco hace en sus pulmones bla, bla, bla… ¿No se da cuenta que su voluntad está anulada? Es tan débil como mi mujer que no ha podido dejarlo
(Vaya…su mujer lo que es, es una mártir)
-Además el tabaco no la hará adelgazar.
(¡Ja! Ahí ya colmó mi paciencia…)
- Mire Juan Carlos, le voy a hacer una apuesta. A ver quien la palma primero, yo por cáncer de pulmón o ud por cáncer de piel. Además le doy ventaja, con su edad se reproducirá más lentamente. Claro, que al ser médico eso ya lo sabrá…